Peinados de las quiteñas del siglo XIX


Los peinados de las damas quiteñas a finales del siglo XIX se volvieron cada vez más elaborados que en épocas anteriores, pero sobre todo más comunes. Si bien entre los siglos XVII y XVIII también se acostumbraba llevar el cabello caprichosamente recogido y adornado con joyas, esto era únicamente para ocasiones especiales como bailes y festejos públicos, pues el resto del tiempo las damas se cubrían casi totalmente con mantillas o chales.

Sin embargo, para finales del siglo XIX, tras la marcada influencia en la moda que tuvieron mujeres como Marieta de Veintemilla o la Baronesa Wilson, las jóvenes de la ciudad volvieron sus ojos a la naciente industria de la moda europea, y con ello también a las tendencias de peinarse y adornarse el cabello diariamente, de manera exagerada en opinión de las generaciones más viejas.

Una joven del decimonónico en edad casamentera no salía a la calle sin lucir impecable, y como el peinado podía tardar entre dos a cuatro horas para estar listo, generalmente se lo hacían las criadas el fin de semana, y dormían casi sentadas para así conservarlo por varios días, de manera que sólo necesitaba unos retoques de pocos minutos en la mañana.

A lo anteriormente mencionado, hay que agregar que los peinados podían mantenerse varios días gracias a que la costumbre de bañarse no era precisamente una costumbre en el estricto sentido de la palabra, sino más bien una actividad que se realizaba una vez al mes o, en el mejor de los casos, una cada quince días. Esta falta de aseo no era exclusiva de Quito en aquella época, pues se conoce ampliamente que desde 1854 la adolescente emperatriz austríaca Sissi, por ejemplo, causó revuelo en su suegra (la archiduquesa Sofía) y todas las damas de la corte vienesa con su costumbre de tomar baños casi diarios.

En la imagen, y en el sentido de las agujas del reloj: las señoritas Bustamante, Gangotena, Villagómez y Jijón. Todas cerca de 1870, Archivo Leibniz-Institut für Länderkunde (Leipzig, Alemania), Fondo Nacional de Fotografía del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.

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